Nostalgia de la luz, el pasado en todas sus formas

El documental «Nostalgia de la luz» del documentalista chileno Patricio Guzmán, fue estrenado en 2010 y cumple el papel de revelar el pasado en diversas formas.

Esta maravillosa pieza de arte, conecta a un país con dos grandes características, una brillante y espectacular, otra dura y difícil de olvidar.

En los primeros 30 minutos del film, es posible ver la magia de los observatorios que existen en el desierto de Atacama, donde el privilegiado cielo permite observar hasta el más pequeño cuerpo celeste.

Del mismo modo, el arqueólogo Lautaro Núñez, hace referencia a los dibujos rupestres encontrados en la misma zona en donde el cielo muestra toda su intimidad. Sin embargo, en ese lugar también existe otro pasado, el cual tiene una dramática historia.

Durante la dictadura de Augusto Pinochet, muchos cuerpos fueron dejados en Atacama, los cuales hasta el día de hoy son rastreados por sus propias familias. Así es el testimonio de Violeta Berrios y Vicky Saavedra, quienes aún no cesan de buscar entre las piedras alguna esperanza de poder dar paz a sus detenidos desaparecidos.

Por otro lado, se encuentra la historia de Luis Henríquez, sobreviviente del campo de concentración Chacabuco, quien expresa que durante su estancia en el desierto aprendió sobre astronomía, ya que era el único pasatiempo que podían tener.

La exquisita similitud que el documentalista crea, entre hurgar en el pasado de un infinito mar de estrellas y en un desierto árido e interminable, logra cautivar a todo espectador, llevándonos a reflexionar sobre las combinaciones y la perfecta armonía.

¡Totalmente recomendado!

Nostalgia de la luz afiche

Gabriela Mistral, en la memoria chilena

Hoy se cumplen 58 años de la partida de Gabriela Mistral, una de las poetisas más destacadas de Chile e Hispanoamérica.

Nació el 7 de abril de 1889, en Vicuña, y fue bautizada como Lucila de María Godoy Alcayaga. Su familia estaba compuesta por su padre, Juan Jerónimo Godoy Villanueva, quien era profesor y por su madre, Petronila Alcayaga Rojas, que era modista.

Sus primeros pasos los dio como profesora en la localidad de la Cantera y posteriormente se trasladó a Santiago, donde aprobó los exámenes de la Escuela de Preceptores, lo que le permitió trabajar en diversas escuelas del país y conocer a Neftalí Reyes Basoalto, o mejor dicho, a Pablo Neruda.

En 1904 se difundieron sus primeros poemas. “El perdón de una víctima”, “Lagrimas de la huérfana” y “Amor imposible” fueron los primeros de una larga lista.

En 1922 fue invitada a México, con el fin de colaborar en la reforma educacional y, para asistir en la creación de diversas bibliotecas municipales.

En la década del 30, círculos literarios de diversos países comenzaron a promover la candidatura de Gabriela Mistral al Premio Nobel de Literatura, campaña que fue respaldada por el Presidente Pedro Aguirre Cerda. Así en 1945 se galardonó a la escritora con el ansiado premio.

Finalmente, el 10 de enero de 1957, Gabriela falleció en Estados Unidos, luego de una fuerte lucha contra un cáncer al páncreas.

El pasó con otra;
Yo le vi pasar.
Siempre dulce el viento
Y el camino en paz.
¡Y estos ojos míseros
Le vieron pasar!

Balada.

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